Clinton, a medio camino de convertirse en la candidata demócrata a la presidencia

Mientras las primarias y los caucus (asambleas populares) del sábado acentuaron la incertidumbre republicana, en el oficialismo el avance de Hillary Clinton se mantiene firme y ya tiene casi la mitad de los delegados necesarios para convertirse en candidata.

País 08 de marzo de 2016 Oscar A Canavese Oscar A Canavese
hillary clinton

Tras quedarse anoche con la primaria del estado de Louisiana, la ex secretaria de Estado, ex senadora por Nueva York y ex primera dama acumula 1.138 delegados, casi la mitad de los 2.383 necesarios para obtener la candidatura demócrata en julio próximo en la convención nacional del partido, según el recuento extraoficial hecho por la cadena de noticias CNN.

Su único rival, el veterano senador por Vermont, Bernie Sanders, en tanto, hasta ahora sumó 483 delegados, incluidos los que obtuvo anoche en sus victorias en los caucus de Nebraska y Kansas.

No obstante, el senador, que se define como un socialista convencido, no se da por vencido.

"Tenemos el impulso. Estamos de camino hacia la victoria (...) "Nuestra campaña apenas está despegando y vamos a tratar de ganar todo hasta la Convención Nacional Demócrata de Filadelfia", celebró ayer desde Kansas.

Mientras el panorama es más claro -y ante todo, menos polémico- en el campo oficialista, cada nueva noche electoral hunde más a la oposición en un escenario incierto y de crisis interna.

El llamado supersábado de ayer terminó con un resultado dividido entre las dos victorias del empresario Donald Trump en Kentucky y Louisiana, y los dos triunfos del senador Ted Cruz en Kansas y Maine.

Hasta ahora el multimillonario sigue primero en la carrera presidencial republicana con 389 delegados, un poco menos de un tercio de los 1.237 necesarios para quedarse con la candidatura partidaria en la convención nacional en Cleveland, Ohio, en julio próximo.

Pese a seguir siendo el favorito de todas las encuestas, las internas de anoche marcaron un empujón importante para el dirigente ultrareligioso, Cruz, que logró sumar hasta 302 delegados y se posiciona como el principal rival de Trump en esta campaña.

En cambio, el también senador Marco Rubio, el hombre que el establishment republicano comenzó a ver con buenos ojos ante el ascenso del polémico empresario, Trump, y el senador ultrareligioso, Cruz, no logra terminar de despegar y anoche amasó muchos terceros puestos.

Según el conteo extraoficial de CNN, apenas suma 126 delegados.

Por eso, la cúpula partidaria, los grandes medios de comunicación y sus analistas de turno no dejan de buscar otras opciones para frenar a Trump y para hacerlo a través de un candidato más moderado y con posibilidades de atraer al electorado de centro que Cruz.

Otra vez la prensa le preguntó hoy al ex candidato presidencial republicano y ex gobernador de Massachussetts, Mitt Romney, si estaría dispuesto a presentarse y competir por la Casa Blanca, pese a que la carrera ya comenzó hace meses.

Romney, quien esta semana dio un discurso virulento contra Trump en lo que el país leyó como un mensaje directo de la cúpula republicana, dejó abierta la posibilidad a una futura candidatura.

"No creo que alguien de nuestro partido deba decir: 'Ah no, aún si la gente del partido quiere que sea presidente, voy a decir que no'", respondió el hombre que en 2012 perdió por poco ante el actual mandatario Barack Obama.

Pese al creciente pánico que se siente dentro del establishment político y económico conservador, empiezan a aparecer voces republicanas tanto a favor de Trump como de Cruz, dos líderes que han escalado en las encuestas a partir de su discurso anti élites.

El senador Lindsey Graham, uno de los tantos pre candidatos presidenciales republicanos que se bajó de la interna en los últimos meses, aseguró hoy, en diálogo con la cadena de noticias NBC, que Cruz "hasta ahora fue el que mejor demostró que puede ser una alternativa a Trump".

Por eso, continuó, los otros dos pre candidatos que siguen en carrera, el senador Rubio y el gobernador de Ohio, John Kasich, "deben decidir" si deben continuar en campaña.

Para ambos dirigentes, la noche del martes 15 de marzo será clave.

Mientras Rubio espera conseguir una victoria muy esperada en su estado natal, Florida, Kasich aspira a quedarse con Ohio, su bastión.

Pero aún si lo consiguen, la incertidumbre continuará en la oposición ya que ningún candidato termina de despegar por detrás de Trump, quien pese al repudio generalizado de la clase política y mediática, sigue cosechando victorias en las urnas.

- Télam

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