Practicar actividad física semanalmente es bueno para todas las personas de cualquier edad. Así, el ejercicio físico moderado puede ser beneficioso para mejorar la presión arterial o mejorar el colesterol.

Asimismo, el deporte aumenta la energía y la resistencia física, mejora el estado de ánimo, aporta sensación de bienestar general, mejora el sueño, favorece el descanso y las capacidades cognitivas.
 
Sin embargo, cada persona tiene unas necesidades diferentes, por lo que para cada persona es beneficioso un tipo de actividad física diferente, dependiendo de sus características individuales.

Caminar es una actividad que, por lo general, agrada a todo el mundo y es bueno en todas las personas, independientemente de su sexo o edad.

Realizar una caminata por la naturaleza es agradable para muchas personas y, además, es accesible a prácticamente todo el mundo.

La gran ventaja de esta actividad física es que la pueden practicar tanto niños, como adultos y ancianos. Asimismo, no se necesita ningún tipo de equipamiento especial que requiera una gran inversión de dinero para salir a caminar.

 Caminar rápido aumenta la esperanza de vida

Está claro que caminar es una actividad física favorable para el ser humano. Eso sí, dependiendo de su intensidad, es más o menos beneficioso.

De este modo, caminar rápido tiene sus propiedades beneficiosas, por lo que ya puede ser más similar a un deporte como es el running.

Según explica el Dr. Javier Cortés, cardiólogo del Hospital Vithas Medimar, en blog de Vithas, “la realización de ejercicio físico de forma regular se asocia a una mayor expectativa de vida y también a una mayor calidad de la misma”, algo que resulta todavía más beneficioso “si lo realizamos de forma rápida”.

Diferentes estudios afirman que caminar de forma rápida está asociado con más beneficios para un incremento de la expectativa de vida, incluso en individuos con sobrepeso y en obesos.
De este modo, caminar rápido es favorable para disminuir la incidencia de hipertensión arterial y evitar enfermedades como la diabetes.

 
Cómo salir a caminar y hacerlo adecuadamente

Desde la Clínica Mayo explican que, para que una caminata se convierta en un ejercicio físico y que mejore nuestro estado de salud, es importante realizarla correctamente, manteniendo una buena postura.

Así, mientras caminamos debemos llevar la cabeza en alto en todo momento, mirando hacia adelante y no hacia abajo. Por otro lado, el cuello, la espalda y los hombros deben estar relajados, y no levantados y tensionados; y los brazos deben balancearse libremente con una ligera flexión de los codos.

Asimismo, los músculos del estómago deben apretarse ligeramente, aunque continuando con la espalda recta, y la caminata debe ser fluida, apoyando primero el talón y luego los dedos.

Estos mismos expertos recuerdan que, para caminar, debemos elegir un calzado cómodo con una plantilla ortopédica adecuada, un tacón firme y suelas gruesas y flexibles para amortiguar tus pies y absorber los impactos. Sobre la ropa, ésta debe ser cómoda, holgada y adaptada al clima del exterior.

Antes de comenzar a caminar rápido, es importante caminar lentamente durante cinco o diez minutos para calentar los músculos y preparar el cuerpo para el ejercicio. Además, antes de terminar, también debemos caminar lento cinco o diez minutos para ayudar a que los músculos se enfríen.