Lionel Messi: dos golazos, su 35° título en Barcelona con la Copa del Rey y un futuro abierto

El equipo de Koeman goleó 4-0 a Athletic Bilbao; el rosarino hizo el tercero y el cuarto, se afirmó como el más ganador en la historia del club, cuando quedan menos de dos meses para que venza su contrato.

Deportes 19 de abril de 2021 Oscar A Canavese Oscar A Canavese
messi

La conquista de la Copa del Rey, con un 4-0 sobre Athletic Bilbao consumado en el segundo tiempo. Messi, autor de dos golazos, el tercero y el cuarto, volvió a festejar como hacía rato no lo hacía. Barcelona llevaba 720 días sin celebrar un título, desde la Liga de España 2018/19. Esa abstinencia de gloria se cortó en el estadio La Cartuja, de Sevilla. Messi obtuvo su séptima Copa del Rey, la primera como capitán, y aumentó su cuenta personal de títulos a 35, un récord para el club, por delante de los 32 de Andrés Iniesta.

Sin dudas, para Messi este escenario es muy diferente al de agosto, cuando pretendió forzar una salida. El club y el equipo emiten señales de recuperación, pero todavía no se saben si serán suficientes para que en junio renueve contrato. Laporta, de muy buena relación con el N° 10 desde su primera gestión entre 2003 y 2010, es optimista: “La renovación de Messi progresa adecuadamente”. El rosarino, por ahora, se mantiene en su postura de esperar al final de la temporada.

Dominio sostenido, resultado cerrado. Esa fue la síntesis del primer tiempo que finalizó 0-0. Afeitado y con el cabello recortado, Messi se presentó con una imagen más juvenil. Sonrió al principio, cuando parecía que Barcelona iba a marcar pronto una diferencia. A los 4 minutos, un remate de Frenkie De Jong dio en un poste, tras una asistencia del rosarino.

A medida que la superioridad no pudo reflejarse con situaciones de gol, Messi empezó a molestarse, especialmente cuando el árbitro lo hizo salir porque fue atendido en el campo por el médico tras una embestida de Dani García, que un par de minutos más tarde recibió la tarjeta amarilla por cortar con foul un avance del N° 10 hacia el área.

El conjunto vasco, muy replegado con una doble línea de cuatro, solo inquietó con un tiro libre cruzado de Muniain que Iñigo Martínez conectó de manera imprecisa. Barcelona acumuló muchos jugadores, por momentos le sobró traslado y le faltó sorpresa. Athletic Bilbao, afectado anímicamente por la final de la Copa del Rey 2020 que perdió hace un par de semanas en el clásico con Real Sociedad, salió a resistir, le dejó la pelota al rival y solo apostó a alguna réplica, sin que Iñaki Williams pudiera ensayar sus corridas.

El Barça perseguía una coronación en una temporada en la que a nivel internacional fue eliminado en los octavos de final de la Champions League por el Paris Saint Germain, mientras que en la Liga de España está tercero con 65 puntos, detrás del Atlético de Madrid (67) y el Real Madrid (66), a ocho fechas del final.

Omnipresente en los ataques, Messi armó la ocasión más propicia al comienzo de la segunda etapa, con una habilitación para la proyección de Dest, cuyo centro fue conectado por Griezmann; Unai Simón, arquero del seleccionado de España con Luis Enrique, evitó el gol. Lo volvió a hacer enseguida por partida doble, ante un remate de media distancia de Pedri y una definición de Busquets dentro del área chica. Athletic Bilbao ya no tenía a su capitán Muniain, que no llegó en plenitud física y fue reemplazado por Lecue.

En la zaga de Barcelona reapareció Gerard Piqué, que atraviesa por una temporada marcada por las lesiones y la inactividad. No jugaba desde el 27 de febrero, ante Sevilla. El segundo período mantuvo el mismo tono: Barcelona con la iniciativa, pero sin concretar. Antes de que lo empezara a invadir la ansiedad, una acción elaborada premió su búsqueda. Lo marcó Griezmann y Barcelona arrasó en un cuarto de hora a un Athletic Bilbao que bajó los brazos. Hubo dos golazos de Messi, encargado después de recibir y levantar el trofeo. Lo que más quiere para su carrera.

Se trata de interpretar cada señal que pueda indicar algo sobre el futuro de Messi. A muchos les llamó la atención que cada uno de los jugadores del plantel se sacara una foto individual con Messi junto a la copa, como si fuera el último recuerdo. Por ahora nadie lo sabe si será así.

En el campo, por los micrófonos de la transmisión oficial pasaron Koeman, Griezmann y Piqué, con el mismo concepto cuando fueron consultados por Messi: “Es el mejor del mundo, ojalá lo sigamos teniendo en Barcelona; es una decisión personal”. Para los festejos, el club tenía preparada para los jugadores una remera con la inscripción “El primero de una nueva era”. Para Barcelona no hay nada más importante que ese nuevo ciclo sea con Messi.

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