Mantequilla de maní: beneficios, riesgos y consumo recomendado

La mantequilla de maní es un clásico en muchas mesas y, según especialistas en nutrición, puede ser parte de una dieta equilibrada si se la consume con medida. Melissa Prest, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, explicó que este alimento aporta proteínas, grasas insaturadas, fibra y minerales como fósforo, potasio y niacina. Desde Harvard se subraya que, en su versión natural y sin azúcares añadidos, puede contribuir a reducir riesgos cardiovasculares.

Otro de sus beneficios es la saciedad: gracias a su contenido en grasas y proteínas, prolonga la sensación de llenura y ayuda a controlar el apetito. Además, se destaca por ser más accesible que otros productos similares y por tener un menor impacto ambiental, ya que el cultivo de maní requiere menos agua que otros frutos secos.

Sin embargo, los expertos advierten que no todo es positivo. El consumo excesivo puede provocar aumento de peso, molestias digestivas y dificultar la absorción de algunos minerales. La porción recomendada es de dos cucharadas por comida o refrigerio, lo que equivale a unas 190 calorías.

Finalmente, Harvard Health indica que la mantequilla de maní ayuda a reducir el colesterol LDL (“malo”) y a mantener el HDL (“bueno”) estable, siempre que se elijan versiones sin aceites hidrogenados. En conclusión, salvo en casos de alergia, este alimento puede incorporarse a la dieta diaria como una opción nutritiva, económica y sostenible, siempre con moderación.