El último lunes pasó por Venado Tuerto el exgobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y casi como un tornado arrasó con todas las especulaciones políticas dentro del Frente Progresista para las próximas elecciones nacionales. Especulaciones que, en parte, se tejían en nuestra región.

Es que dos de los dirigentes más importantes del radicalismo provincial son de por acá (Maximiliano Pullaro y Lisandro Enrico) y ambos estaban coqueteando con la posibilidad de darle muerte al Frente Progresiva para armar una nueva coalición que integre a Cambiemos. Hasta ya le habían puesto el nombre (nada original) de Frente Amplio Santafesino.

El exgobernador haciendo culto de su fama de “tiempista” de la política dejó al radicalismo que “tejiera”, mientras esperó el momento exacto para irrumpir y desarmar todo intento. ¿Lo habrá logrado?

 Si Lifschitz logra alzarse con la senaduría nacional, en Santa Fe se abrirá una puja entre radicales y socialistas por la presidencia de Diputados
Aunque, quedan algunos detalles a consensuar. Como el mismo Lifschitz lo aceptó en nota realizada en Venado24, falta definir los integrantes de la futura lista de postulantes a diputados y el nombramiento del segundo candidato a senador. Pero, hay otros lugares que estarán en la mesa de negociación entre los partidos que integran el Frente Progresista, el más importante es el de la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe. Espacio que podría quedar vacante (por supuesto primero tendrá que ganar una de las bancas del Senado Nacional en juego) y que el socialismo muy difícilmente quiera ceder al radicalismo. La puja es inevitable, sobre todo porque quien parece tener pretensiones de quedarse con el cargo es Maximiliano Pullaro. El problema para el oriundo de Hughes es que los socialistas tienen más bancas que los radicales en la Cámara.

Mientras Miguel camina, Omar suma y resta

No hay dudas Miguel Lifschitz cuenta con “el beneficio” de no tener que lidiar con la administración provincial diaria, y en este sentido tiene cierto despojo que le permite caminar la provincia con tranquilidad pensando en las próximas elecciones.

 Mauro Camillato

Para Omar Perotti la cosa es un poco más complicada, porque además de construir para que el peronismo realice una buena performance electoral tiene que gobernar. De hecho, pocos días atrás presentó su proyecto más importante (que además había sido promesa de campaña) desde que llegó a la Casa Gris, el boleto educativo gratuito. Pero el rafaelino poco pudo disfrutar de ese logro, ya que la vorágine se lo llevó puesto y fueron más las derrotas que los triunfos en las últimas jornadas.

Así el 25 de febrero la justicia en lo Contencioso Administrativo le dio un verdadero cachetazo cuando resolvió la suspensión del proceso de compras de armas para la policía. No es poca cosa que la justicia sostenga que la licitación fue armada para beneficio de una empresa particular.

En tanto, ese mismo día en trámite exprés, Senadores y Diputados  le pusieron tope al desmedido aumento del impuesto a las patentes del automotor dispuesto por el Gobierno Provincial.

Además, Perotti también tiene que hacerse cargo de la repetición de homicidios en Rosario y Santa Fe que no paran. Encima cuando más se acerque el proceso electoral, la oposición le recordará que su promesa de campaña previa su llegada a la gobernación fue “Paz y orden”. Nada más lejos de eso

A lo propio, habría que agregarle lo sucedido con el gobierno Alberto Fernández. Ya que al atar el calendario electoral provincial al nacional, Perotti culmina quedando pegado a la Casa Rosada. El panorama hoy no sería el mejor después del vacunatorio Vip. Aunque la política argenta es tan dinámica, que habrá que esperar hasta agosto (fecha de las Primarias) para observar el impacto real de este caso.

Así las cosas, Lifschitz parece contar con una ventaja considerable, sobre todo porque además ni el Frente de Todos, ni Cambiemos tener nombres con alta consideración pública para encabezar las lista de candidatos a Senadores nacionales. Claro está, que el fantasma de la polarización nacional y la posible repetición del escenario del 2015 (Hermes Binner quedó preso de la polarización y no logró alzarse con la senaduría) también es un riesgo. Riesgo que, por ahora, está dispuesto a asumir: “Obviamente, nosotros fuimos siempre una tercera alternativa, distinta al peronismo y a otras opciones nacionales. Así que no es nada nuevo para nosotros, es un desafío, pero también tenemos que ser coherente con un electorado que nos ha ido acompañando estos últimos años”, nos dijo.

Mientras tanto, en Venado Tuerto su llegada no pasó desapercibida, Lisandro Enrico y Leonel Chiarella lo recibieron en el Municipio con los brazos abiertos. Por ahora, las repetidas fotos del intendente con Horacio Larreta quedarán archivadas. Aunque nunca es tarde para volver a exhibirlas.